PILDORAS PARA LA CREATIVIDAD I
LA CREATIVIDAD Y LA CULTURA SE PUEDEN ENSEÑAR?
En primera instancia es necesario entender que la creatividad no es innata y tampoco es un don otorgado a un grupo especial de personas, no se nace con la creatividad como igualmente no se nace culto, aunque sí con la posibilidad de cultura y con un potencial creativo que puede ser desarrollado; toda persona facultada con los procesos básicos de inteligencia puede ser altamente creativa y lo puede aprender. La creatividad, desde la perspectiva de la educación tradicional difícilmente se puede enseñar, por cuanto los fines ilustrativos y modelos coactivos preponderantes no lo permiten, pero si concebimos la educación como una dimensión de formación integral en pensamiento, conocimiento y desarrollo humano, como una praxis social para la vida, en la vida misma que va más allá de la ilustración y el conocimiento, la creatividad además de poderse enseñar, como igual que la cultura, sería una clara exigencia para la enseñanza.
Con una educación algunas veces reduccionista que utiliza preferentemente los métodos heteroestructurantes, demostrativos y expositivos, la creatividad no podría apropiarse por cuanto esta requiere de escenarios, abiertos, flexibles y autoestructurantes, lo cual exige para su enseñanza el redimensionamiento de la educación, que trasciende a partir de un que aprender, a un como aprender y como crear, de posicionar al educando como protagonista de la construcción de su conocimiento y del desarrollo, y de ofrecerle los ambientes, escenarios y acompañamientos propicios para la comprensión y la cultura. A pesar de considerarse la creatividad un hecho personal, propio, único e irrepetible, ésta puede ser aprendida mediante un proceso de facilitación y acompañamiento, bien sea en los escenarios de educación formal como en los laborales y productivos.
Al concebirse la creatividad como la dimensión humana (una forma simultánea de ser, querer, pensar y hacer) transformativa del ser humano y el medio, en la cual interviene un proceso cognitivo y afectivo para la generación y desarrollo de ideas nuevas y valiosas, se liga con el desarrollo, los valores y la cultura; con el desarrollo por que la creatividad le ofrece procesos y productos originales, pertinentes y relevantes, con los valores por cuanto la creatividad debe construirse en beneficio y desarrollo humano, y con la cultura por su interdependencia directa, la creatividad le provee recursos pero la cultura igualmente la fortalece, -nadie puede crear más allá de su imaginario simbólico y cultural-
Ahora bien cómo incorporarla en el escenario educativo y el desarrollo? En primera instancia elevándola a dimensión humana esencial y en su didáctica como competencia transversal en la educación formal y en los ambientes de desarrollo, en segunda instancia formando los formadores en cultura y creatividad, recordemos que las investigaciones nos demuestran que la familia y la escuela pueden constituirse en los mayores obstructores de cultura y en los principales agentes inhibidores de la creatividad, generando bloqueos y ambientes poco propicios para su desarrollo. Finalmente cultivando pedagógicamente sus condiciones e indicadores, condiciones tales como el fomento a la capacidad de asombro, la motivación intrínseca, la imaginación, el conocimiento, la reflexión, el juego y los valores, e indicadores como la originalidad, la fluidez, la recursividad, la flexibilidad, la divergencia, la sensibilidad, la iniciativa, la solvencia y la elaboración. Sea la oportunidad para repensar la educación haciendo protagónica la creatividad y la cultura para la construcción del futuro.PILDORAS PARA LA CREATIVIDAD II:
LA CREATIVIDAD SE CULTIVA EN LOS MÁRGENES.
Más de una vez le han dicho que su idea no sirve, o usted mismo ha criticado una idea por absurda, ilógica o ridícula?। Revise sus imaginarios y procure ofrecer a las nuevas ideas diferentes miradas, tal vez la idea está fuera del modelo mental con que se examina o del paradigma con que se juzga.
Algunas ideas originales a menudo se evalúan como inútiles o de poco valor dentro del paradigma reinante, pero pueden resultar originales y valiosas, es decir creativas con el correr del tiempo o en un contexto y situación diferente. La mayoría de los descubrimientos, invenciones y mejoras en el momento de ser creadas han sido calificados de absurdos e ilógicos, incluso de insociales e inmorales, siendo luego reconocidos por su valor y aporte. La idea de que hombre volara de Da Vinci, que la tierra no era el centro del universo de Copérnico, en el arte los trazos de Vangoh o el Greco, o en los de objetos de consumo como la fotocopiadora o el reloj a cuarzo, miles de creaciones han sido enterradas, retrazadas o mal aprovechadas por que su evaluación fue negativa en cuanto a la validez, utilidad o el valor de su creación. Por otra parte miles de procedimientos, costumbres, métodos considerados exitosos bajo un paradigma han dejado de serlo cuando éste paradigma desaparece o se transforma.
Cómo identificar una idea potencialmente prometedora?, por supuesto a través de la flexibilidad en el uso de los paradigmas. Pero como identificar un paradigma, como saber si estamos dentro, como transitar hacia sus márgenes?. Los estudios sobre la creatividad nos lo han indicado. Un paradigma es un conjunto de patrones, referentes y normas con las que nos contextuamos frente a un área o campo; es en síntesis, todo supuesto sobre la vida misma que se construye con nuestros saberes previos, con los conocimientos adquiridos, con la experiencia, y con la base de datos que nos ofrece nuestros modelos mentales. Estos supuestos conforman un referente y a la vez un muro con el cual nos delimitamos, nos orientamos, nos protegemos y nos encerramos.
Estamos expuestos a los paradigmas que la cultura edifica, a los que nos prodiga la experiencia y a los que tácitamente construimos para enfrentar la vida, no es grave tener paradigmas, pero si lo es sufrir de parálisis paradigmática, por cuanto podremos atraer con ella la enfermedad de la certeza aguda y la certeza ciega, y a veces graduarnos como expertos en equivocarnos con verdadero acierto. La parálisis paradigmática nos lleva gran parte de las veces a formular el problema que no es y a resolverlo como no debe ser, creando una máquina eficaz para deshacer los sueños o una trituradora de objetivos y de metas pulverizados por el impacto generado por el choque con muros perceptivos, conceptuales, emocionales, organizacionales y culturales.
Se identifican fácilmente los muros paradigmáticos en nuestro entorno cuando nos sentimos extremadamente cómodos, cuando estamos plenamente seguros, cuando somos inflexibles ante una situación o conocimiento, cuando la experiencia nos nubla con la razón por ser testigos propios, o cuando actuamos por que siempre así se hace. Algunos muros paradigmáticos nos ofrecen reposo y abrigo, son un cobijo, pero igualmente con un temblor o un terremoto esos muros pueden aplastarnos.
Es necesario aprender a ver desde los márgenes, eliminando bloqueos y visualizando potencialidades, un buen comienzo sería aprender a transitar en lo inestable, en la ambigüedad y la incertidumbre, a leer en lo borroso y en lo oculto. Una buena forma de hacerlo es caminar ligero de equipaje, abrigado con las pieles de la creatividad: Capacidad de asombro, Motivación intrínseca, Imaginación, Conocimiento reflexivo, Divergencia, Juego y Valores y sin los lazos que nos atan a los muros de cierre paradigmáticos. Muros y bloqueos Perceptivos, Conceptuales, Emocionales, Socioculturales y Organizacionales.
El conjunto de bloqueos contribuyen a apuntalar los diferentes paradigmas, logrando asesinar las ideas creativas, o a reducir la producción y desarrollo de las mismas al extremo de perturbar la percepción y el raciocinio, en tal forma que adecuamos los esquemas para que nuestra mente no observe la realidad o deformamos la realidad para que ésta se acomode a nuestros esquemas, así nos aseguramos en creernos nuestras propias mentiras y a evadir la realidad mediante falsas representaciones sobre una idea, procedimiento o negocio.
Un aspecto crucial, además de aprender a despejar barreras y a pensar desde los márgenes, es avizorar con antelación la potencialidad de las ideas; estamos acostumbrados como popularmente se dice a tirar el niño junto con el agua sucia de la bañera. Es necesario aprender a identificar una idea prometedora, examinando su originalidad, su pertinencia y relevancia, aislarla de lo que la enloda, ataviarla para enfrentar la crítica, y acicalarla para generar lazos cognitivos y emocionales. La mayoría de las ideas creativas son eliminadas por un pequeño porcentaje de lo que no funciona dejando de lado lo mejor de ellas desestimando su esencia.
Se hace prudente para la creación y evaluación de un producto creativo incorporar la Experticia y Serendipia. Experticia; conocimiento, experiencia y malicia entrelazados, incorporando maneras propicias para la siembra y la germinación (Técnicas creativas aleatorias, analógicas y antitéticas). Serendipia: minimizando la intervención del azar o abrazándolo para aprovecharlo en beneficio propio. La serendipia aprovecha el accidente, el error, observa desde los bordes, utiliza el influjo y la intuición. Avizora la potencialidad en lo cotidiano, familiariza desprevenidamente lo extraño y extraña intencionalmente lo familiar para cosechar frutos potencialmente creativos. El producto creativo incorpora tres indicadores fundamentales; originalidad, pertinencia y relevancia. Originalidad referida a la novedad o existencia poco usual, pertinencia referida a justeza y adaptabilidad de la respuesta y a su sentido de oportunidad. Finalmente relevancia, en cuanto al impacto generado y su cobertura social; factores entrelazados que configuran el todo creativo.
Igualmente se incluye en el proceso la estrategia creativa, para facilitar procesos para posibilitar Eurekas, para mediar los factores que le son lesivos, para afinar las propiedades y proyectar potencialidades. En la estrategia además de crear ambientes, es necesario proteger, consolidar y vender el fruto generado en concordancia con las lentes de las diferentes miras de los que lo observan y cultivar las atmósferas y escenarios propicios para su desarrollo. En este acto se funde la creatividad como característica, como proceso, como producto, como ambiente y como energía ofrecida por la originalidad, la recursividad, la fluidez, la recursividad, la flexibilidad, la divergencia, la sensibilidad, la autonomía, la iniciativa y la elaboración del ser y el equipo creativo. Carlos Alberto González Mgs. Desarrollo Educativo y Social.
GLOSARIO:
Bloqueos Perceptivos:
Dificultad de manejar diferentes formas de percepción, Descuido de lo obvio o lejano, No agudizar los sentidos, Dificultad para ver relaciones, Falta de ejercicio físico-mental, Bajo entrenamiento y pocos aeróbicos mentales.
Bloqueos Conceptuales: Dificultad para aislar y definir un problema, Dificultad para cambiar estereotipos, Aferrarse a una idea. Certeza ciega, Tendencia hacia la razón permanente, Negatividad hacia alternativas, Desconfianza al influjo o la intuición.
Bloqueos Emocionales: Inseguridad y baja Autoestima, Temor a lo desconocido, Prejucios y Cortapisas, Ansiedad y Mediatismo, Triunfalismo fácil, Sentimiento de Inferioridad, Temor a equivocarse o al ridículo, Falta de impulso y continuidad, Miedo al cambio, Descuido y Pereza,
Bloqueos Socioculturales: Baja curiosidad, Exceso de fe en lo existente, Mitos, barreras y Cortinas, Costumbres y tradiciones inflexibles, Modelos educativos coartantes, Condicionamiento de conductas, Caricias negativas, Presión y represión social, Sobrevaloración social de la inteligencia, La cotidianidad irreflexiva y la rutina, La desconfianza en las potencialidades
Bloqueos Organizacionales: Alineación a ultranzas, Faltad de significación y sentido, Falta de reconocimiento e incentivo, Ausencia de equipos de apoyo, Preisión coartante, Despotismo y autoritarismo, Alto precio por equivocarse, Pronóstico de frustración, Perdida de reputación, Sobreadministración y control excesivo, Presión para producción a ultranzas, Sobrenormatividad.
Pieles de la Creatividad:
Capacidad de asombro; condición en el ser humano para maravillarse, tiene que ver con el desarrollo de la admiración, la sensibilidad y la curiosidad que reconoce elementos, las dinámicas y las interacciones, genera la atención y el interés, pilares para el aprendizaje y el acto creador. La capacidad de asombro permite integrarse con la naturaleza, con la creación y el desarrollo, intuye el proceso y el producto creativo.
Motivación intrínseca; considerada como el gusto y el entusiasmo por la tarea, la entrega y la determinación en la búsqueda y el logro, más allá de recompensas externas. Conjuga la necesidad y el placer de crear atados a la incertidumbre, alimentados por la convicción y la energía de creación humana. La motivación intrínseca promueve el compromiso, la constancia y disipa las contrariedades manteniendo al sujeto activo frente a los retos.
Imaginación; posibilidad de construir mundos posibles en un proceso mental abierto de construcción de imágenes. Todo lo que ha creado el ser humano lo ha edificado dos veces, primero en la mente luego en la realidad, la imaginación tiene que ver con la fantasía, con el tránsito por las fronteras del inventario simbólico del sujeto, con representaciones abiertas a posibilidades producto de combinaciones diversas, extrañas o utópicas; la imaginación es fuente primaria de la creación.
Conocimiento reflexivo; la creatividad difícilmente nace en la esterilidad de un campo árido y vacío de insumos y semillas. La creatividad es incremental, requiere de presaberes y conjugación de éstos con el entorno para lograr la siembra y la cosecha. Es necesario conocimiento de campo y experticia para recrear y crear; puede caer desde lo alto una manzana y esta situación no decirnos nada como le aportó a Newton, si previo a ello no existe un bagaje de conocimiento. Hasta en el accidente se requiere de preparación para ver oportunidades en lo no previsto, es necesario apropiarlo así mismo como provisional, ser flexible, tomar distancia de la certeza por cuanto un nuevo conocimiento puede remplazarlo.
Divergencia; se puede poseer, asombro, motivación, imaginación y conocimiento, pero es necesario la divergencia para crear; lo no creado se encuentra en la dimensión de lo inexistente, en lo confuso, en lo oculto o lo borroso, genralmente en los límites. Se requiere de la capacidad de giro a la posibilidad, a la incertidumbre, a la ambigüedad y la alternativa, más que orientarse hacia la búsqueda de la respuesta única y el acierto; la divergencia hace posible el transito por nuevas rutas, provee bastos escenarios y se nutre de nuevos elementos para la búsqueda y la exploración, la divergencia se alimenta de la flexibilidad, se provee de la recursividad, se relaciona con el pensamiento lateral, permite las relaciones no usuales y la combinatoria.
Juego; concebido como la dimensión humana lúdica para recrear y conjugar, es una cualidad primaria del ser humano enraizada con el sistema límbico; integra un proceso biológico, psicológico y cultural; desde lo biológico a través de la generación y conectividad neuronal mediante impulsos químicos y eléctricos, desde lo psicológico el juego nos permite redimensionar, representar y transformar sin riesgos -se está jugando- y desde lo cultural asume roles, estrategias y posibilidades de comunicación no convencionales que llevan a la creación. Lo que se asimila a través del juego tiende a ser aprendido, el juego transita por dimensiones afectivas y cognitivas interiorizantes, se entrelaza con la lúdica, el humor, la pasión, el deseo, la alegría y el placer. Igualmente se asocia con la posibilidad relacional de combinatoria y conjugación. El juego nos permite crear reglas, modificar parámetros, hacer representaciones, apropiar roles, pensar con divergencia, equivocarnos, y aún perdonarnos.
Valores; donde la creatividad encuentra significación y sentido। Dentro del contexto educativo no tiene fundamento el desarrollo de la creatividad sin formación en valores. Se pregunta el para qué inteligencia y creatividad en seres despiadados. Se concibe la creación en pro del beneficio humano, la creatividad intrínseca significa crear, no destruir, desde esta perspectiva un producto deja de ser creativo, así cuente con los indicadores de originalidad, recursividad, utilidad o efectividad, si agrede o lesiona al ser humano por loable que sea su cometido. De otra parte en la dimensión de los valores también aflora la valía, o valor del producto creativo el cual es necesario apreciarlo desde los márgenes de los cánones vigentes. Gran parte de las creaciones, descubrimientos, invenciones e innovaciones, fueron desechados o retrazados por considerar su valía dentro del contexto del paradigma reinante. La valía es necesaria examinarla en las fronteras, desde los márgenes, mediante la flexibilidad y esquemas de pensamiento, abiertos y flexibles. Carlos Alberto González Quitian Arq. Mgs. Desarrollo Educativo y Social