miércoles, 18 de febrero de 2009

Significación y Sentido de la Creatividad

Sentido Ético de la Creatividad
La Creatividad concebida como la dimensión humana (una forma simultánea de ser, querer, pensar y hacer) transformativa de la persona y del medio, en la cual interviene un proceso integral cognitivo afectivo para la generación y desarrollo de ideas nuevas, pertinentes y relevantes, tiene un profundo sentido ético, por cuanto es un hecho humano y social; la Creatividad intrisecamente significa crear, construir, lo cual se manifiesta en ideas, expresiones, objetos, sistemas, métodos que median el desarrollo social, cultural, económico y humano.

La Creatividad desde la dimensión educativa concebida esta última como el proceso de formación y desarrollo humano mediado por los intereses de la cultura, se vislumbra así mismo como una característica, un proceso, un producto y un ambiente que atiende al desarrollo del individuo y la colectividad. Desde la Educación, cualquier acto o hecho que contenga uno o en su conjunto indicadores creativos, (originalidad, fluidez, recursividad, flexibilidad, divergencia, iniciativa, solvencia, etc.) deja de ser creativo por loables que sean sus cometidos, si lesiona o destruye al ser humano. La creatividad desde el humanismo se concibe como creación no como destrucción, como valor de desarrollo y beneficio humano; -para qué inteligencia y creatividad en seres despiadados-, como lo planteara J. A. Marina, en el escenario del congreso mundial de creatividad 1993.

En este contexto la creatividad no es neutral, así para algunos una agresión venga de donde venga, contenga todas las justificaciones y signos de la creatividad; Desde la visión de Desarrollo Humano todos los sistemas, políticas, procedimientos, métodos de destrucción personal o masiva no son muestras de creatividad, solo son precarias muestras del ingenio humano para demostrar su propia incomprensión e incompetencia. Así como a la Creatividad, no le basta quedarse en la mera imaginación y exige materializarse, a la creatividad no le vasta solo plasmarse en realidades, exige el sello de la construcción y aporte al desarrollo humano.

El sentido de Valía de la Creatividad
Cuando el ser humano produce cambios, inventa, soluciona problemas, incorpora el concepto de valía que la producción asume o propicia; valía en términos de aporte y beneficio que el hecho produce, el valor intrínseco o agregado que la creación genera. La valía se manifiesta en la bondad que la originalidad o novedad del hecho ofrece, en la pertinencia para solucionar un reto o colmar una necesidad y en la relevancia en términos del impacto y cobertura social que este genera.

En los estudios sobre creatividad y creadores, existe generalmente un aspecto común al escenario de la creación: las soluciones creativas comúnmente se logran con la búsqueda de caminos diferentes, alternativos, ocultos o poco transitados, y además por lo general la solución no encaja dentro de los términos del paradigma reinante. Lla generalidad de las respuestas creativas son aparentemente a primera vista ilógicas, risibles o absurdas, inmorales o insociales, y desafortunadamente desde ese paradigma se juzga.

Para evaluar la Creatividad en estas condiciones se hace prudente, tomar distancia de los marcos rígidos de referencia con la que se le examina y asumir una evaluación así mismo creativa, es decir, original, pertinente y relevante. La mayoría de las ideas creativas se desechan por el poco porcentaje de lo que no les funciona o por los aspectos que no coinciden con la fromulación existente, dejando de lado buena parte de la pontencialidad de la idea y de los aspectos que verdaderamente funcionan.

Se hace necesario en el proceso de ideación crear escenarios propicios para la libre expresión, dejar obrar la mente sin restricciones, sin cortapisas, posponiendo los juicios, incorporando lo propio y lo ajeno, lo familiar y lo extraño, lo coherente y lo incoherente, lo definido y lo ambiguo; luego al evaluar incorporar futuros, situaciones alternativas, amplios marcos de referencia, apretura en las apreciaciones, flexibilidad en los juicios para finalmente seleccionar con el rigor de la convergencia, y con valores agregados de planes de acompañamiento, mejoramiento, posicionamiento y acción, las ideas.

Para evaluar la Creatividad como característica, es necesario consultar las diferentes formas y estilos de pensamiento, la disposición a las diferentes formas de inteligencia y a los diferentes constructos expresivos; para evaluar la Creatividad como proceso, es necesario cobijar de libertad los procedimientos y examinar de manera circular al evaluar el todo y la parte en un todo sistémico; para evaluar la creatividad como producto, es necesario observar su originalidad simultáneamente con su pertinencia y relevancia dando espacio a su valor tanto práctico como utópico; para evaluar la Creatividad como ambiente, es necesario atender a las condiciones de libertad, apertura, comunicación, lugar y medios.

La valía en la creatividad es un campo intrínsecamente creativo, es necesaria la condición de reflexión, cambio, flexibilidad y apertura, en un escenario lúdico y divergente, si no se corre el riesgo de que las ideas no lluevan y apenas nos goteen, o que nos convirtamos en excelentes carceleros de la creatividad o que con procederes permanentemente rígidos e inflexibles nos diplomemos y volvamos expertos en equivocarnos con verdadero acierto, o en hacer con acierto las cosas más desacertadas.