martes, 24 de junio de 2008

LAS PIELES DE LA CREATIVIDAD

CREATIVIDAD Y VIDA: LAS PIELES DE LA CREATIVIDAD

Apartes del artículo: Las Pieles de la creatividad una Visión Integral del Pensamiento Creativo. C. González U. Nal. 2005.
"...Producto de la profundización en el campo del pensamiento integral creativo, como dimensión conexa con la creatividad desde la práctica pedagógica se construye el concepto de Las Pieles de la Creatividad, concebidas como las condiciones mentales y ambientales necesarias para que florezca el acto creador, en cualquier persona, aún en inteligencias con limitaciones o de escasos conocimientos formales, y con mayor fuerza en seres humanos con habildades mentales y formados, o en la niñez tierna y avida de creatividad y desarrollo; Pieles de la Creatividad concebidas como mantos edificadores y propulsores del pensamiento creativo, como abrigos de protección, comunicación, nutrición y fortalecimiento de la creatividad.
La primera piel es la Capacidad de asombro, condición natural y necesaria en el ser humano para la creación, tiene que ver con el desarrollo de la admiración, la sensibilidad y la curiosidad; la capacidad de asombro que reconoce los elementos, las dinámicas y las interacciones, se recrea y cocrea con la vida, genera la atención y el interés pilares fundamentales para el aprendizaje y al acto creador. La capacidad de asombro permite maravillarse con la naturaleza, con la creación y el desarrollo, genera el deseo e intuye el proceso y el producto creativo.
La segunda piel es la Motivación intrínseca, considerada como el gusto y el entusiasmo propio por la tarea, la entrega y la determinación en la búsqueda y el logro, más allá de las recompensas y el beneplácito externo. Conjuga la necesidad y el placer de crear atados a la incertidumbre, alimentados por la convicción y la energía de creación humana. La motivación intrínseca promueve el compromiso, la constancia, la entrega, y disipa las contrariedades, manteniendo al sujeto activo frente a los retos y las dificultades.
La tercera piel es la Imaginación, la posibilidad de construir mundos posibles e inexistentes, en un proceso mental abierto de construcción y combinación de imágenes. Todo lo que ha creado el ser humano lo ha edificado dos veces, primero en su mente luego en la realidad, la imaginación tiene que ver con la fantasía, con el tránsito y traspaso de las fronteras del inventario simbólico del sujeto, con representaciones abiertas a múltiples posibilidades producto de las combinaciones más diversas, estrañas y utópicas; la imaginación es fuente primaria de la creación.
La cuarta piel es el Conocimiento, la creatividad difícilmente nace en la esterilidad de un campo árido y vacío de insumos y semillas. La creatividad es incremental, requiere de presaberes del mundo de la vida y la conjugación de éstos y el entorno, para lograr la siembra y la cosecha desde los márgenes. Es necesario conocimiento de campo, dominio y experticia, para recrear y crear; puede caer desde lo alto una manzana y esta situación no decirnos nada, o aportarnos poco como le aportó a Newton si previo a ello, no existe un bagaje de saber. Hasta en el accidente se requiere de preparación para ver oportunidades en lo imprevisto, además es necesario tener el conocimiento y apropiarlo como provisional, para ser flexible, poder tomar distancia de la enfermedad de la certeza ciega, por cuanto un nuevo conocimiento puede remplazar devaluar o complementar el anterior.
La quinta piel es la piel de la Divergencia; se puede poseer, asombro, motivación, imaginación y conocimiento, pero es necesario con estos elementos la divergencia para crear; lo no creado se encuentra en la dimensión de lo inexistente, en lo confuso, en lo oculto, en lo borroso, o bien en los límites. Se requiere de la capacidad de giro hacia la posibilidad, jugar con la incertidumbre, la ambiguedad y la alternativa, más que orientarse solamente hacia la búsqueda de la respuesta única y el acierto; la divergencia hace posible el transito por nuevas rutas, provee nuevos escenarios y se nutre de nuevos elementos para la búsqueda, la exploración y el encuentro. La divergencia se alimenta de la flexibilidad, se nutre de la recursividad, se relaciona con el pensamiento lateral, permite las relaciones no usuales, la combinatoria y la posibilidad.
La sexta piel es la del Juego, concebida como la dimensión humana lúdica de poder crear, recrear y conjugar, es una cualidad primaria del ser humano y enraizada con el sistema límbico y funciones de la paleocorteza; integra un proceso sistémico biológico, psicológico y cultural; desde lo biológico con la generación y conectividad neuronal mediante impulsos químicos y eléctricos determinados por la acción del juego, desde lo psicológico por cuanto el juego nos permite redimensionar, representar y transformar sin límites, sin riesgos -por que es solo un juego- y desde lo cultural permite creación de roles, estrategias y posibilidades de comunicación no convencionales que llevan a la creación. Desde lo pedagógico lo que se aprende a través del juego tiende a ser asimilado e interiorizado con mayor fuerza, el juego transita por dimensiones afectivas y cognitivas interiorizantes, tiene que ver con la lúdica, con el humor, la pasión, con el deseo, la alegría y el placer. Igualmente se asocia con la posibilidad relacional, con la combinatoria, la conjugación y las múltiples posibilidades. El juego nos permite crear reglas, modificar parámetros, hacer representaciones, apropiar roles, pensar con divergencia, permite equivocarnos y aún perdonarnos; el juego se configura como el contexto preferido de la creación.
Finalmente aflora la piel de los Valores, donde la creatividad encuentra significación y sentido. Dentro del contexto educativo no tiene fundamento el desarrollo de la Creatividad sin una formación en valores. Se pregunta el para qué inteligencia y creatividad en seres despiadados ( A. Marina, 1993). Se concibe la creación en pro del beneficio humano, del beneficio y el desarrollo; la creatividad intrínseca significa crear, no destruir, desde esta perspectiva un producto deja de ser creativo, así cuente con los indicadores de originalidad, recursividad, utilidad o efectividad, si agrede o lesiona de cualquier forma al ser humano por loable que sea su cometido. La creatividad desde la educación tiene el valor de crear en desarrollo humano.De otra parte en la dimensión de los valores también aflora la valía o valor del producto creativo, el cual es necesario apreciarlo desde los márgenes de los cánones vigentes. Gran parte de las creaciones, descubrimientos, invenciones o innovaciones, fueron desechados o retrazados por considerar su valía dentro del contexto del paradigma reinante, la valía es necesaria examinarla desde las fronteras, desde los márgenes, mediante la flexibilidad paradigmática y esquemas de pensamiento, abiertos y flexibles. La mayoría de inventos e innovaciones aportativos a la humanidad, con anterioridad a su creación parecieron ilógicos, irracionales y absurdos, o buena parte de ellos insociales e inmorales, pero su valía prevaleció y se impuso en el espíritu del creador gracias a su sensibilidad, apertura, flexibilidad, divergencia y determinación, elementos fundamentales para vencer en buena medida la parálisis paradigmática y la enfermedad de incomprensión que nos causa la certeza extrema. Los valores y la valía se constituyen en la piel que le ofrece significación, trascendencia y sentido al acto creativo.
El conjunto de pieles, le ofrece posibilidad, recursos, apoyo y escenario para el desarrollo y aplicación al pensamiento y a la acción creadora. Pensamiento y ambiente en un todo integral desde lo biológico: cerebro, mente y cuerpo; desde lo psicológico en sus dimensiones cognitivas, afectivas, volitivas y conativas; desde lo cultural en su dimensión semiótica, ambiental y productiva, que se conjuga con el poder de imaginar y crear, en un todo que se realimenta de las interacciones, el pensamiento y la acción, que a su vez configuran un sobretodo: La Creatividad

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